sábado, 22 de octubre de 2011



Trozos del Paraíso
Eva Palencia

Fuimos hasta Valdesotos, a una media hora de Guadalajara. Hacía calor, del tipo pasado ya de estación, un poco pegajoso. Nada más llegar comenzamos a andar por el camino, con la comida a cuestas. Al minuto Samuel quería comer y paramos cerca del puente, al lado del arroyo. Tortilla, mejillones y poco más. Tiramos piedras al agua y fotografié las hojas de colores de una higuera. Continuamos hasta perdernos. Al cabo de un tiempo conseguí encontrar el paso de piedras que cruza al otro lado del arroyo y que, entre una vegetación casi imposible, conduce a la cascada y a la poza de plata. Nos quedamos allí durante un buen rato, extasiados, y luego volvimos.

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