miércoles, 29 de mayo de 2013




El mar en Lloret
Eva Palencia

Hay días en que una fuerza maligna se apodera de mí y quiere destruir todo lo que importa, o casi todo. Trato de dominarla y controlarla pero no puedo  y me debato entre el bien y el mal y el mal prevalece. Por la noche la fuerza se debilita y por la mañana creo estar libre pero no es así y reaparece. Siempre es cuestión de días hasta que de pronto ya no está pero yo estoy cansada y con la ilusión mermada.

domingo, 26 de mayo de 2013





Plantas silvestres (La Granja de Yunquera)
Eva Palencia

Yo antes dibujaba plantas. Solía salir al campo, sobre todo en otoño, a recoger plantas secas. Las conocía todas, o casi todas, y en casa, en mi mesa de dibujo, las desplegaba y me pasaba horas observándolas y dándoles vida en el papel. Escogía aquéllas cuyas formas me inspiraban. Cuando me trasladaba a nuevas regiones, las formas cambiaban y mis dibujos se enriquecían con la novedad.
Ahora, con mi cámara, no tengo que esperar al otoño, y les robo el color a todas esas flores que ahora adornan los campos. Empezaré a dibujarlas de nuevo.

miércoles, 1 de mayo de 2013

La Puente (Hinojal)
Eva Palencia


En la revisión de las dieciséis semanas el ginecólogo me desveló que tendría otro niño. Yo había fantaseado con la idea de tener una hija esta vez. Pensaba en comprarle ropa bonita, en trenzarle el pelo como hacía mi madre cuando yo era pequeña, en que me acompañase a ir de tiendas al hacerse más mayor, en compartir con ella las tribulaciones típicas del sexo femenino. También, tengo que reconocer, aunque me pese, que subyacía  en mi la idea de que los hijos son más independientes y llega un momento en el que no quieren saber mucho de sus familias de origen y las hijas, por otra parte, son más fieles y nunca se van del todo. No tenía mucho sentido que  después de tanto trabajo, renuncias y entrega  ellos se marchasen y sólo quedase la llamada de teléfono de los domingos y las reuniones navideñas. ¿Merecía realmente la pena? 
Como siempre, me anteponía a los acontecimientos.

De Cuando cierro los ojos  de Eva Palencia