domingo, 11 de noviembre de 2012


La Granja (Segovia)

Si pienso en el color del paisaje me quedo con el otoño, ningún otro momento del año me produce un placer tan inmenso como ese en el que las hojas están en proceso de transformación para caer al suelo y fundirse con la tierra.
Podría pasarme una tarde entera mirando un árbol, como ese que está a la derecha de la casa rosa. Creo que me he enamorado.