lunes, 27 de febrero de 2012


Ha helado
Eva Palencia

Abrazando a tus hijos pequeños.

Abrazando a tu mujer.

Tus pies descalzos en el suelo frío cuando te levantas de la cama y vas a la ventana. Tienes sesenta y cuatro años. Afuera, la atmósfera es gris, casi blanca, no se ve el sol. Te preguntas: ¿Cuántas mañanas quedan?

Se ha cerrado una puerta. Otra se ha abierto.

Has entrado en el invierno de tu vida.


De Diario de invierno de Paul Auster.

Una pequeña sorpresa
Eva Palencia

Ya estoy muy impaciente. A medida que se acerca el día lo paso peor porque me pongo nerviosa y me entra cierta angustia que no puedo controlar.Falta muy poco y por ello el tiempo ha comenzado a dilatarse. Por las noches tengo pesadillas, de esas que se pegan a los poros de la piel y que permanecen cuando deberían de haberse quedado acostadas, en la cama. No queda nada.