La laguna de Los Cuartos (Hinojal, Cáceres)
Eva Palencia

Ese árbol ya estaba ahí, junto a la laguna, cuando mi padre caminaba a pasos cortos, con los brazos levantados, preparado para caerse. Ese árbol vió como mi padre comenzaba a correr, a montar a caballo y lo vio marcharse un día, cuando la familia dejó la finca para vivir en el pueblo.
Hoy hemos vuelto y mi padre se ha quedado mirándolo.
No le he preguntado qué pensaba, he creído saberlo.