sábado, 20 de noviembre de 2010


Niños
Eva Palencia

Hay niños que tienen que vivir en dos mundos totalmente opuestos y contradictorios y eso no es bueno pero es mejor que vivir en la pobreza durante todo el tiempo. Si de vez en cuando pueden dormir un una cama y comer tres veces al día y sentir que no son tan diferentes como creían, eso está bien, a pesar de que la amenaza de esa otra realidad nunca se evapora. Hay días que estando en el patio, durante el recreo, puede aparecer la relidad contradictoria que ellos experimentan y entonces sienten el desasosiego porque nada es permanente, porque el cambio se avecina de nuevo. Aunque al final del día, cuanto la ven, a ella, su otra mamá, que ha ido a recogerlos con esa sonrisa amplia, a pesar del cansancio, y los lleva al parque y entre todos se comen las mandarinas recién compradas, entonces, no tienen miedo porque creen que ya todo está claro.

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