domingo, 1 de agosto de 2010


Botella en la casa de una amiga.
Eva Palencia

Cuando conozco a alguien y lo invito a mi casa siento una pizca de nervios. Pienso que al mostrar mi casa estoy mostrando una gran parte de mi intimidad. Creo que mi casa podría ser utilizada en mi contra, o a mi favor. Podría ser utilizada...
En nuestras casas exponemos nuestras vidas con sus buenos momentos y con sus dramas. En los objetos que colocamos en las estanterías, en las fotos que enmarcamos, en el orden o el desorden estamos nosotros sin tapujos. Por eso me interesan mucho las casas de los demás y, últimamente, me apasiona observarlas y fotografiar todos los detalles que dibujan la cartografía personal de sus habitantes.

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